Las discusiones con nuestra pareja probablemente formen
parte de nuestra vida cotidiana. Estas peleas, dependiendo de la gravedad,
pueden influir en la calidad de la relación, dejándola afectada para siempre.
Por eso es muy importante que aprendamos a manejarlas.
Durante estas “diferencias de opinión” es muy común que
perdamos los nervios, que digamos cosas que no queremos decir, que nos
acordemos de todas las faenas que nos ha hecho nuestra pareja desde el
principio de los tiempos…
Algunos se caracterizarán por querer ganar cada
discusión a toda costa, utilizando todos los recursos a su alcance para
desacreditar lo que diga su pareja, aunque le haga daño en el proceso. Otros,
por el contrario, cederán siempre a todo lo que quiera su adversario para evitar
cualquier discusión.
Manejando así las discusiones se crea insatisfacción, baja
autoestima o, incluso, depresión. El ambiente familiar, que debería ser seguro
y constructivo, se convierte en un ambiente perjudicial difícil de superar. Y
si tenemos hijos, ellos son los más perjudicados por esta situación.
Por todo esto, vamos a dar una serie de pautas que nos
pueden ayudar a la hora de resolver los problemas que surjan con nuestra
pareja:
- Mantener la calma: cuando estamos demasiados alterados
disminuyen nuestras capacidades (razonamiento, negociación, comunicación…) y
nos resulta mucho más difícil poder explicarnos, entender lo que nos explican y
llegar a un acuerdo. Si no podemos conservar la calma, lo mejor es dejar la
discusión para otro momento en que estemos más tranquilos.
- Escuchar activamente: si prestamos verdadera atención a lo
que nos están diciendo será más fácil evitar malos entendidos que pueden
generar otras discusiones. Además, es importante, que el otro se dé cuenta de
que le estamos escuchando para que sepa que nos importa su opinión y que la
tenemos en cuenta. Para ello podemos sintetizar lo que ha dicho, por ejemplo. Esto
nos ayuda a saber si hemos entendido bien lo que nos estaban diciendo y a
mostrar a tu pareja que le estabas escuchando.
- No faltar al respeto:
los insultos y las acusaciones no nos dan la razón en absoluto, si no todo lo
contrario. Y dicen más sobre nosotros que sobre la persona a la que insultamos.
Si vemos que podemos perder las formas en una discusión es momento de parar y
dejar la discusión para otro momento, como dijimos antes. Si queremos a nuestra
pareja, no la hagamos sufrir gratuitamente. Y si no la queremos, cada uno por
su lado.
- Tratar los problemas de uno en uno: enfrentar varios
problemas a la vez provocará que no resolvamos ninguno. Reprochar problemas del
pasado tampoco es buena idea. Todos cometemos errores y no nos gusta que los demás
se acuerden de ellos a la mínima ocasión.
- Exponer nuestro punto de vista tranquilamente: si queremos
convencer a nuestra pareja lo mejor es exponer nuestras ideas de manera
ordenada, sin gritos ni violencia y sin menospreciar su punto de vista.
- Dar la razón y pedir perdón cuando nos hayamos equivocado: hay
que olvidar el orgullo y dar la razón cuando nos hayamos equivocado. Pero, OJO,
sólo cuando nos hayamos equivocado. No podemos dar la razón sólo para acabar
con la discusión.
- Practicar la empatía: debemos procurar pensar en cómo va a
afectar a la otra persona lo que vamos a decir y ponernos en su lugar.
En ocasiones, cederemos nosotros ante nuestra pareja. Otras
veces, será nuestra pareja la que cederá. Y la mayor parte de las veces, lo que
deberíamos hacer es negociar de manera que ganemos los dos y la solución se
sitúe en el medio. Es importante recordar que entre el blanco y el negro hay
una amplia gama de grises.
¿Cómo resolvéis vosotros las discusiones de pareja?
Artículos relacionados:
Como en casi todos los aspectos que tiene que ver con el entendimiento la buena convivencia , ceder , no significa perder ¿ Quien te puede quitar algo que te pertenece desde siempre ? Es tu libertad y solo tu la cedes o la niegas , si te detienes un momento y piensas , verás que nada es tan importante como para arreglarlo con un Perdón , un gracias un , por favor y un te quiero . JP.
ResponderEliminarTienes mucha razón, Julio Perdriel. La vida sería mucho más fácil si todo el mundo pensara igual. Muchas gracias por tu comentario.
EliminarVerás, yo he estado teniendo una relación con un chico durante un año, pero una relación en la que el único compromiso que teníamos era el de no mantener relaciones sexuales con otras personas, bien pues a ese chico lo veías una o dos veces en semana y ultimamente casi nunca.
ResponderEliminarLuego por otro lado tenia una relación de amistad, aunque él siempre me ha dicho que estaba muy enamorado de mi, durante todo ese tiempo, el chaval me ha ayudado en mis momentos malos, buenos...en definitiva este último era más pareja mía que el otro aunque en la práctica no fuera así. Este chico siempre andaba diciéndome que lo intentara con él, que íbamos a estar bien, en verdad nos llevábamos muy bien,solo había problemas cuando yo quedaba con la otra persona,cosa que él siempre ha sabido y ha aceptado desde primera hora, aunque llegado el momento se enfadara y montara la de dios....yo tengo mucho miedo a las relaciones y por ello me costó decidirme mucho decirle que sí,porque realmente lo quería a él y estaba enamorada de el....una vez le digo que sí, a los cuatro días me dice, después de un año detrás mía, que no quiere ser pareja mía, la verdad no entiendo y estoy desorientada.....desencantada y no se realmente que hacer, porque no se si ha jugado conmigo, no se si le ha dado miedo....no se nada..
Bueno, Patricia. Por lo que me cuentas, primero convendría que pensaras porqué accediste a salir con el segundo chico. ¿Estás realmente enamorada o ilusionada? ¿O has tomado la decisión porque te parecía que la relación con él sería más fácil que con el primer chico? ¿Es posible que él piense que estás enamorada del otro y haya decidido retirarse? Es normal que te sientas decepcionada y desencantada después de una relación fallida todavía más después de dos tan seguidas. Aclárate a ti misma lo que sientes por cada uno de ellos, piensa en lo que quieres y esperas. Si llegas a la conclusión de que quieres realmente al segundo chico habla con él, sincérate y averigua porqué quiso terminar la relación. Si no le quieres, déjalo marchar, es posible que esté sufriendo. Espero que te sirva mi consejo. Si necesitas más ayuda, aquí estoy.
ResponderEliminarQue buenas pautas Miriam! a ver si las podemos llevar a la practica, al menos.... lo intentaremos :)
ResponderEliminarMuchas gracias, Cristina. Me alegro de que te haya gustado. Al principio puede costar un poco, porque cuando estás discutiendo de lo que menos te vas a acordar es de este artículo. Pero con esfuerzo y poco a poco se puede conseguir. Con el tiempo y la práctica te costará menos trabajo. Cuéntanos si te da resultado. Un saludo
Eliminar