En todas las parejas existen las
discusiones. Esto es debido a que ambos, por lo general, somos criados y
educados por familias diferentes con distintos
valores y creencias lo que nos aporta distintos puntos de vista sobre
diversos temas que nos pueden hacer chocar. Esto unido al enorme componente emocional existente en las relaciones de pareja
puede constituir una enorme bomba de relojería a punto de explotar.
Saber cuáles son los puntos más conflictivos dentro de cada
pareja puede ayudar a estar preparados para cuando salgan a relucir. Aquí vamos
a hablar de los temas que más frecuentemente representan un foco de discusión
en las parejas. Después en los comentarios, también podéis dejar vosotros otros
temas que se os ocurran.
- Dinero: o la falta de él, más bien. A qué dedica cada
miembro de la pareja el presupuesto familiar, cuáles son las prioridades para
gastarlo… A nosotros nos puede parecer que el otro lo está malgastando cuando
lo necesitamos para otra cosa más importante y, probablemente, él o ella
piensen lo mismo respecto a nosotros.
- Hijos: cómo educarles, qué valores y creencias inculcarles,
qué debemos dejarles hacer y qué no, qué castigos imponer… la lista es
innumerable. Todos, o casi todos, queremos perpetuar el legado que nos dejaron
nuestras respectivas familias: educar a nuestros hijos como nos educaron a
nosotros, inculcar los valores y creencias que nos enseñaron… Al final se puede
convertir en una auténtica lucha de poder entre ambos miembros de la pareja si
no tenemos cuidado.
- Familia política: el clásico de las discusiones. Rara es la
pareja en la cual no se ha dado ningún conflicto por la familia política, sean
más o menos graves. Cuando los límites no están bien establecidos o cuando uno
de los integrantes de la pareja prioriza a su familia de origen por encima de
la familia que ha creado las discusiones están aseguradas. En las parejas con
hijos, estas discusiones aún son más frecuentes porque los abuelos tienden a
opinar demasiado sobre la educación de los niños y esto no suele ser muy bien
acogido por la nuera o el yerno.
- Distribución del tiempo libre: poder disfrutar del tiempo
libre es muy importante tanto a nivel individual como de pareja. Esto supone
conflicto cuando uno de los componentes de la pareja utiliza su tiempo libre
individual en detrimento del tiempo libre individual del otro o del tiempo
libre como pareja. También supone conflicto cuando pensamos que todo el tiempo
libre que tenemos debemos pasarlo en pareja y no podemos disfrutar de un tiempo
individual.
- Distribución de tareas domésticas: poco hay que decir sobre
esto que no se haya dicho ya. Cuando toda la responsabilidad del hogar recae
sobre una sola persona esto crea insatisfacción y, por tanto, puede dar lugar a discusiones.
- Celos: generalmente, con los celos demostramos nuestras
inseguridades y baja autoestima. Para el otro significa una fuente de agobio y
malestar por la falta de confianza de su pareja.
- Problemas sexuales: sobre todo cuando estos son
interpretados (casi siempre erróneamente) como falta de deseo del otro hacia
nosotros.
También es habitual que surjan discusiones por cosas sin importancia.
Cuando estas pequeñas discusiones se repiten con demasiada frecuencia o cuando
degeneran en grandes discusiones, suele haber alguna causa subyacente detrás
que nos causa insatisfacción y que provoca que hagamos una montaña de un grano
de arena. Es importante determinar la causa real para poder hablarlo y hallar
una solución.
¿Cuáles son las causas por las que más discutes con tu pareja? Espero tu aportación.
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