jueves, 6 de febrero de 2014

¿Cómo educar a nuestros hijos contra las drogas?

A todos los padres nos preocupa el futuro de nuestros hijos. Siempre nos estamos preguntando ¿cómo será?, ¿sabrá valerse por sí mismo?, ¿le estoy dando una buena educación?, ¿tendrá en cuenta los valores que estoy intentando inculcarle?...

Uno de los temas que más nos preocupan es el de las drogas. ¿Cómo reaccionará nuestro hijo si se las ofrecen, si ve que sus amigos las toman? ¿Sabrá decir que no o sucumbirá a la tentación?



Hay un dicho popular muy sabio que dice que a los hijos hay proporcionarles dos cosas fundamentales en la vida: educación y alas. Alas para que sea capaz de tomar sus propias decisiones y educación para que sepa qué decisiones debe tomar. Pues bien, en el tema de las drogas esto es esencial.

En todas partes nos dicen que la educación es un pilar fundamental en la prevención contra la drogadicción pero, ¿cómo lo hacemos?

La clave principal consiste en fomentar los factores de protección y minimizar los factores de riesgo. Pero vamos a empezar por el principio, ¿qué son estos factores y en qué consisten?

Bien, pues los factores de riesgo son ciertas características biológicas, psicológicas y socioambientales que hacen que una persona esté más predispuesta o sea más vulnerable a padecer una adicción que otra. Los factores de protección tienen el efecto contrario, protegen al individuo, le hacen menos vulnerable a las adicciones.

Vamos a enumerar algunos de los factores más importantes, los que están más a nuestro alcance para poderlos controlar:

Factores vinculados a las características del individuo: edad, autoestima, asertividad, búsqueda de sensaciones, grado de conformidad con las normas sociales, tolerancia a la frustración, grado de necesidad de aceptación social, aprovechamiento escolar, habilidades sociales, conocimientos sobre drogas y sobre las consecuencias de su consumo, habilidades para tomar decisiones y resolver problemas.

Factores relacionados con el contexto familiar: cohesión familiar, clima afectivo, estilo educativo, consumo de drogas y alcohol en el ámbito familiar y su actitud hacia ellas.

Factores relacionados con el contexto escolar: integración escolar, consumo de drogas.

Factores relacionados con el grupo de iguales/amigos: consumo de drogas, integración social.

Conviene aclarar que estos factores suponen una predisposición en términos de probabilidad. Es decir, que se den los factores de riesgo no es causa directa del consumo de drogas. Lo que es cierto es que, entre los consumidores de drogas, se suelen dar estos factores de riesgo con un porcentaje muy alto.

Una vez aclarado esto, ¿qué podemos hacer los padres y las madres para prevenir el consumo de drogas en nuestros hijos?

Informar
La información es poder. Y es muy importante que el poder en esto lo tenga la familia. Hay que informar a los hijos sobre la existencia de las drogas y sus consecuencias. Es importante que obtengan esta información de nosotros porque los medios de comunicación y los grupos de iguales pueden proporcionar una visión distorsionada de los efectos de las drogas. Si ya están informados y tienen formada una opinión propia, cuando les den esa visión distorsionada estarán preparados para mantener su criterio y tomar una decisión responsable.

Mantener una buena comunicación entre los miembros de la familia
Debemos escuchar a nuestros hijos sin menospreciar sus problemas o sus temas de conversación. Es muy importante que se sientan seguros con respecto a la comunicación, que sientan que nos pueden contar sus problemas y que les vamos a escuchar y apoyar, sin juzgar. También escuchar y tener en cuenta sus puntos de vista con respecto a las decisiones familiares. Debemos evitar generalizar, reprochar, culpar, interrumpir,…

Poner normas y límites
El consumo de drogas está ligado muchas veces a no saber reconocer límites y a una necesidad de saltarse las normas. Si desde pequeños les proporcionamos límites y normas les estaremos enseñando a ser responsables y autónomos y a mantener el control de su conducta.

Elegir bien los valores que queremos inculcar
Como padres debemos tener muy claros los valores en los que queremos educar a nuestros hijos y ser consecuentes con ellos. Valores como solidaridad, justicia, amistad, responsabilidad. Debemos identificar los valores negativos que intenta promover la sociedad (individualismo, materialismo, consumismo, búsqueda de sensaciones fuertes…), muy ligadas con el consumo de drogas e intentar neutralizarlas o contrarrestarlas con otros valores positivos incompatibles (por ejemplo, no es posible ser solidario e individualista).

Enseñar habilidades sociales y emocionales
Durante la adolescencia, los chavales se identifican más con su grupo de iguales que con su familia. Por ello, debemos enseñarles desde pequeñitos ciertas habilidades sociales y emocionales que le ayuden a manejar las situaciones que se le presenten durante su adolescencia dentro de su grupo de referencia. Habilidades como asertividad, empatía, capacidad de tomar decisiones, capacidad de resolución de conflictos (cómo enseñarles estas habilidades lo veremos en próximos artículos)…

Proporcionar alternativas de ocio
El ocio de los jóvenes está muy ligado a los ambientes tradicionales donde se produce el consumo de drogas: bares, discotecas, etc. Debemos dar a nuestros hijos otras alternativas de ocio que no tengan que ver con las drogas. En Internet seguro que podemos encontrar varias opciones presentes en el lugar donde residimos. Lo ideal es ir enseñándoles estas alternativas desde pequeños, ir con ellos y que se aficionen.

Proporcionar una educación para la salud
Concienciar sobre la importancia de la salud y sobre la responsabilidad que tenemos cada uno de cuidar nuestro propio cuerpo puede ser un factor muy importante a la hora de tomar una decisión sobre consumir drogas cuando ya conocen las consecuencias.

Estar informados y preparados para la adolescencia
La etapa de la adolescencia es difícil. Comprende muchos cambios físicos y comportamentales. Debemos estar informados sobre esos cambios y sobre cómo manejarlos, cómo resolver conflictos y cómo comunicarnos eficazmente. En una etapa en la que el riesgo de empezar el consumo es mucho mayor que en cualquier otra, estar preparados para ella puede ser fundamental.


Por supuesto, a la hora de adoptar estas medidas debemos tener en cuenta la edad de nuestros hijos. Con los más pequeños lo mejor es empezar a entrenar habilidades como la empatía, la autoestima, la asertividad… Según vayan creciendo podremos ir tomando medidas más específicas.

Si queréis más información sobre este tema, visitad la página web de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD)

En próximos artículos, trataremos temas como la resolución de conflictos con los hijos, y el entrenamiento en las habilidades citadas en el párrafo anterior. 

Posts relacionados:

¿Cómo enseñar asertividad a nuestros hijos?

¿Cómo desarrollar la empatía en los niños?

3 comentarios:

  1. Muy buen artículo, me dedico precisamente a esto, a ayudar a personas a salir de ese infierno y me he sentido muy reconfortada al ver que hay personas que se interesan por este tipo de temas y lo hacen público...Gracias

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  2. Me ha parecido super interesante tu escrito, yo me dedico a esto precisamente, ayudar a las personas y orientarlas para que salgan de ese infierno y ha sido como un halo de luz ver que hay personas que hacen público este tipo de cosas...Gracias

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    1. Gracias, Patricia. Lo he publicado porque me parece muy importante concienciar a la gente de que todos debemos trabajar en este sentido para evitar que sigan cayendo chavales en ese infierno, como bien dices. Muchas gracias por tu comentario y mucho ánimo para que sigas trabajando duro con estas personas.

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